En mi viaje hacia el interior del iceberg he notado que no hay camino con acceso directo a encontrarme conmigo mismo, estoy escogiendo día a día, momento a momento nunca escapar, nunca desistir, nunca rendirme.
Es una batalla en contra de mis prejuicios, mis temores, mis dudas… Es como tener un “yo” bizarro que pone en cuestión cada día mi viaje. Cada enfrentamiento con mi “Yo” bizarro es intenso, me golpea, y me tira al suelo, pero no tengo miedo… Me levanto y sigo mi camino, escojo energía y continúo hacia las profundidades de mí ser porque he obtenido herramientas, personas con una búsqueda como la mía y maestros han llegado a mi vida para ayudarme y darme técnicas, amor, valor y fuerza para lidiar con el bizarro, ya no le temo, ya no me dejo llevar.
Enfrento sus golpes y sigo adelante “no importa cuánto me tire al suelo y contra el lodo” siempre me levanto y continuo mi viaje hacia mis adentros sin decepcionarme porque ya diviso en el horizonte de mi vida, que mi grandeza, mi autenticidad, mi yo natural y miles de bendiciones me esperan al final de este corto camino.
Soy energía pura, el universo es energía pura y lo tengo todo para ser el único autor y héroe de mi vida. Voy a allá!!! Voy por ello!!! Porque así lo escogí, porque siempre estuvo en mi.